
Historia del fundador
Esta soy yo y estoy emocionada de compartir mi historia contigo.
Todo empezó hace unos años cuando decidí tomar las riendas de mi salud. Frustrada porque los médicos no me ofrecían soluciones para mis dolencias, pasé incontables horas investigando y experimentando. Me acerqué a soluciones básicas, sencillas y naturales, a la vez que me distanciaba de las soluciones de la medicina tradicional. En este camino, obtuve resultados sorprendentes e inesperados.
Experimenté en primera persona lo que dijo el padre de la medicina, Hipócrates, hace más de 2400 años: «Que tu alimento sea tu medicina». Y comprendí que el alimento es lo que incorporamos a través de la boca, la piel y la mente.
A menudo pasamos por alto el órgano más grande de nuestro cuerpo, el que separa nuestro mundo interior del exterior: nuestra piel.
Mi experiencia me enseñó que todos los desequilibrios de la piel se pueden sanar desde dentro, PERO... sanar desde adentro no es suficiente; también necesitamos sanar desde afuera. Y para lograrlo, necesitamos nutrirla con alimentos de verdad. Usar la comida como medicina también funciona para la piel. Entonces, ¿por qué usar ácidos en cosméticos que jamás podrían aplicarse a ningún otro órgano por ser tan irritantes? Nuestra piel merece un mejor cuidado. Ama tu piel, ama tus células.
Si mi historia resuena contigo, me encantaría que te unas a mí y a esta creciente comunidad para vibrar positivamente y sanar tanto por dentro como por fuera.
